El Carmelo
Los rasgos que expresen nuestra identidad carmelita

Nacidas de la misma fuente e interrelacionadas entre sí, la Oración, la Fraternidad y la Misión Profética, generan en nosotros ternura en la convivencia con los hermanos y hermanas, solidaridad con los excluidos y celo místico por la causa del Señor. Este símbolo evoca y expresa lo que esté en el corazón de la Familia Carmelita. Él nos confronta con nuestros orígenes, nos despierta para afianzar nuestra identidad, nos coloca en contacto con la fuente de la espiritualidad carmelita. Es bebiendo de esta fuente que se despierta en nosotros la preocupación por la Justicia y se fortalece nuestro compromiso con la Paz.
Ser Carmelita del Sagrado Corazón de Jesús (CSCJ) es vivir las dimensiones espirituales del Carmelo. El Carisma de la Congregación se nutre de la fuente espiritual de la Orden del Carmen. Se concreta en la vida del creyente que abraza esta espiritualidad viviendo:


También en el Evangelio nos cuenta que Jesús se retiraba para estar a solas con Dios; estuvo en el desierto, contemplaba la realidad y desde esas vivencias, tomaba las decisiones para responder al querer de su Padre. La CSCJ vive esta actitud como Jesús y el profeta Elías para poder responder con fidelidad al proyecto de Dios en su vida.

Los rasgos propios de Madre Asunción

La entrega abnegada. Este don es un legado que nos dejó Madre Asunción. Ella vivió en la más absoluta entrega y abandono a la voluntad de Dios: La gloria de Dios está en hacer su voluntad, repetía insistentemente. Jesús fue el centro de su vida, de su acción evangelizadora y de su solidaridad. Esta actitud la vivimos por la certeza de que nuestra riqueza es el Señor y buscamos "acumular para Dios" (Cf. Lc 12, 21b).
Amor a la Iglesia. Este sentimiento hacia la Iglesia la convierte como el lugar privilegiado para ponernos al servicio del Reino de Dios. Para el carmelita "El Reino de Dios no puede concebirse adecuadamente al margen de la Iglesia que ayuda a realizarlo, mucho menos puede concebirse la Iglesia cristiana al margen del Reino de Dios" (Ignacio Ellacuría, sj).
La CSCJ tiene como misión en la Iglesia "dar Gloria a Dios" sirviendo a los más pobres, y en fidelidad dinámica a su carisma realiza diferentes actividades en el campo pastoral y social, principalmente en la educación, cuidados de enfermos y ancianos, y otras necesidades... (Const 3.5).