El Colegio
Los primeros alumnos de 1924
Esos primeros años fueron duros por la falta de medios económicos, las hermanas cuentan que pasaron verdadera hambre, puesto que la poca comida que había era reservada para las niñas que ya estaban acogidas. El obispo Manuel González se convirtió en protector y admirador de las Hermanas y pocos meses después dispuso que "subieran un grupo de hermanas y cuatro mujeres para ayudar a los sacerdotes del Seminario" (Datos para una Historia, 1978:159).
Durante estos años, saldría el carácter fuerte y decidido de la Madre Asunción, así como su poder de convencimiento y valentía. Durante la guerra, las hermanas sacaron de la cárcel a muchos sacerdotes (se las ingeniaban de todas las formas para hacerlo, incluso se vestían con otras ropas para pasar desapercibidas) que luego escondían en el convento. Los registros eran frecuentes porque había vecinos que las habían denunciado por esconder a sacerdotes en el colegio, aunque, por otro lado, gozaban de cierta “impunidad” por parte de algunos milicianos, pues sabían que las hermanas tenían muchos niños recogidos de la calle y les daban de comer.
Numerosos testimonios recogen el buen hacer de Madre Asunción y sus hijas durante estos años: "Una vez más, me gustaría recalcar que debido a las dificultades que se vivían en nuestro país y en nuestra ciudad concretamente, las Hermanas Carmelitas hacen una labor, casi milagrosa, al sacar adelante una institución benéfica que llegó a tener más de 100 alumnas, con la ayuda de las donaciones de personas anónimas en muchas ocasiones, así como de las pocas ayudas que venían de las instituciones oficiales. Lisardo Guede, cronista diocesano, describe brevemente de la siguiente manera el colegio: "[…] para colegio de niñas huérfanas, internas. Educan también en esta Casa a las niñas externas que concurren a la clase gratuita, además de las quince internas. Desaparecidas las penurias de aquellos tiempos, hoy es un colegio de postín". (Guede, 1994:80).
Posteriormente, a medida que las necesidades sociales van cambiando, las hermanas disminuyen el número de internas, conscientes de que esta medida, incide positivamente en la calidad de la formación integral de las alumnas.
Numerosos testimonios recogen el buen hacer de Madre Asunción y sus hijas durante estos años: "Una vez más, me gustaría recalcar que debido a las dificultades que se vivían en nuestro país y en nuestra ciudad concretamente, las Hermanas Carmelitas hacen una labor, casi milagrosa, al sacar adelante una institución benéfica que llegó a tener más de 100 alumnas, con la ayuda de las donaciones de personas anónimas en muchas ocasiones, así como de las pocas ayudas que venían de las instituciones oficiales. Lisardo Guede, cronista diocesano, describe brevemente de la siguiente manera el colegio: "[…] para colegio de niñas huérfanas, internas. Educan también en esta Casa a las niñas externas que concurren a la clase gratuita, además de las quince internas. Desaparecidas las penurias de aquellos tiempos, hoy es un colegio de postín". (Guede, 1994:80).
Posteriormente, a medida que las necesidades sociales van cambiando, las hermanas disminuyen el número de internas, conscientes de que esta medida, incide positivamente en la calidad de la formación integral de las alumnas.
Primer centro religioso de Málaga en admitir alumnado mixto
Durante los años 1975-80, la Congregación presta una desinteresada colaboración al Ministerio de Educación y Ciencia, ante la carencia de puestos escolares en las barriadas de Málaga y la gran demanda se orienta a un alumnado mixto. De esta forma, se convertirá en el primer centro religioso de Málaga que se adapta a la nueva ley educativa e integra a los chicos y las chicas en una misma aula. De la misma forma, la Congregación de Hermanas Carmelitas, ofrece al Ministerio de Educación y Ciencia el edificio, dos religiosas de personal docente y otras religiosas como personal subalterno.
Llegada de los conciertos educativos en 1988
Escolarización hasta los 16 años en 1998
De esta forma, llegamos al centro que conocemos actualmente y que está concertado en los niveles de Segundo Ciclo de Infantil (3, 4 y 5 años), Primaria y Secundaria Obligatoria (ESO).
Aunque quede ya un poco lejos el alumnado con grandes carencias materiales y afectivas de los primeros años, el centro sigue igual de comprometido con los alumnos que, aunque provengan de una zona de nivel socioeconómico medio-alto, no dejan de llevar una vida que, muchas veces, está sepultada por la cultura de la apariencia (materialismo, consumismo, hedonismo, relativismo moral, etc.). Y, por supuesto, También a todas aquellas familias que quieren dar a sus hijos una educación cristiana.
Es, por tanto, un colegio confesional católico, con un carisma propio, que ofrece una educación integral de la persona, desde una filosofía cristiana que pretende suplir las necesidades económicas en algunos casos y ser una prolongación de las familias que nos confían a sus hijos, ofertando una propuesta pedagógica y una educación cristiana que le prepare para estar inmersos en la sociedad actual.
Los referentes con los que cuenta nuestro centro son:
Los referentes con los que cuenta nuestro centro son:
- Ser un centro pequeño que permite conocer mejor a cada alumno y su familia, lo que facilita la personalización de la acción educativa.
- El Centro es un edificio de cinco plantas:
- Planta Baja: secretaría, despachos de dirección, sala de visitas y capilla, comedor, cocina y servicios.
- Primera planta: ocho aulas ordinarias, dos servicios, sala de conferencias y terraza.
- Segunda planta: cinco aulas ordinarias, laboratorio, sala de Pastoral, biblioteca, servicios, sala de profesores, departamento de orientación y otras salas de usos múltiples.
- En la planta semisótano se ubica: sala de psicomotricidad, oratorio, aula de música, aula de tecnología, aula de informática, aula de apoyo y salón de usos múltiples.
- En la tercera planta está dedicada a la Comunidad de hermanas.
- El centro cuenta, además, con un espacioso jardín, con una gran capilla en la que está integrado el Museo de la Fundadora, Madre Asunción Soler Gimeno, Sierva de Dios, un patio polideportivo, un patio cubierto o gimnasio y un tercer patio para recreos de infantil.