Durante muchos años se han valorado muy positivamente aquellos centros que, provistos de un Ideario propio, lo desarrollaban a través de un Departamento de Pastoral desde el cual se ofrecían experiencias concretas de acercamiento al misterio de la fe. Estos centros planificaban Eucaristías, oraciones, campañas de solidaridad, formación catequética en momentos puntuales con objeto de despertar el sentimiento religioso en sus alumnos.

Esta fue nuestra propuesta durante muchos años y, aunque la consideremos una propuesta válida, también somos conscientes de sus limitaciones, ya que en muchos casos dificulta el crecimiento armónico, integral y equilibrado entre la vida y la fe de la persona. Por otra parte, todas estas actividades iban dirigidas exclusivamente a los alumnos, dejando de lado al resto de la comunidad educativa: los padres, los profesores y las hermanas.

Para nosotros la acción evangelizadora de la Escuela Cristiana se realiza en el conjunto de la acción educativa integral. Al hablar de Pastoral no se trata de mirar a la organización y puesta en práctica de actos específicamente pastorales (catequesis, oraciones, celebraciones...), sino a la proyección de toda la acción educativa como acción evangelizadora y, por tanto, como ejercicio de la acción pastoral.

Por eso, trabajamos cada día para ser un Colegio en Pastoral en donde todo, absolutamente todo, tenga como objetivo integrar de forma equilibrada y armónica la vida y la fe de todos los miembros de nuestra comunidad educativa, y sin excluir a nadie.

De esta forma, nuestro Proyecto Educativo de Centro se convierte en un Proyecto Educativo Pastoral que recoge las líneas fundamentales de la identidad cristiana en su Carácter Propio, formula los grandes objetivos educativos, el modelo de persona que promovemos, los principios de la acción docente y las estructuras de organización y participación de la Comunidad Educativa.

Y todo esto para llegar a dar coherencia a todo el proceso educativo logrando la formación integral y el desarrollo de la personalidad, implicando a toda la comunidad educativa, impulsados por la misión recibida de la Iglesia, de nuestra identidad carismática y los valores evangélicos.

Un colegio en Pastoral no es centro en donde a todas horas y en todo momento se hable de Dios, sino un centro en donde se intenta mostrar a Dios en el día a día del centro, evangelizando a través de la educación y del acompañamiento personal de todos los miembros de la comunidad educativa. Por eso, la Pastoral ha de envolverlo todo: desde la atención a las familias que entran con sus preocupaciones en nuestro centro por primera vez, hasta las que están a punto de terminar la escolarización de sus hijos; pasando por el testimonio diario de toda la Comunidad Educativa que encarna los valores evangélicos del amor, respeto, perdón… en su quehacer diario, en la toma de decisiones que siempre han de favorecer el crecimiento espiritual y humano, en el valor privilegiado e irrenunciable a la interioridad de las personas y un sinfín más de momentos en donde lo Pastoral debe hacerse presente.

La sociedad actual ha traído grandes avances tecnológicos a nuestros hogares y que pueden facilitarnos nuestras tareas cotidianas o acercarnos a nuestros seres queridos con un solo golpe de dedo … sin embargo, tras estos avances nos encontramos con jóvenes con dificultad para relacionarse cara a cara con otras personas, conformistas o insensibles al dolor ajeno.

Nosotros queremos despertarles inquietudes que le harán crecer como personas, que le hagan abrirse a los demás, a los otros y a Dios, y que les lleve a descubrir la amistad, el compañerismo, la fidelidad, el compromiso y el amor. Porque entendemos que la persona es relación con los demás y, si ésta falta, nos convertimos en individuos que difícilmente descubrirían la alegría de amar.

Estamos convencidos de que es imposible alcanzar la felicidad sin una propuesta vital que llene de sentido nuestro día a día. La sociedad actual ofrece gran cantidad de propuestas de sentido a través de la publicidad, los deportes, la televisión… Consciente o inconscientemente se nos presentan de una manera atrayente como la solución a todos nuestros problemas y dificultades. Son propuestas que resultan atractivas a corto plazo pero que finalmente defraudan a todos.

Frente a todas ellas, Jesucristo es una propuesta de sentido que no defrauda jamás.

Por eso, queremos invitar a descubrir más y mejor el mensaje del Evangelio de Jesús, hombre para los demás, que vive desde la vocación y se entrega por amor. Toda la comunidad Educativa aspira a vivir más y mejor estos valores transmitiéndolos desde el testimonio vivido, desde el ejemplo que, como nos decía Madre Asunción, arrastra.